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  El 24 de marzo

 

El silencio del alba fue herido por el graznido de las ubicuas urracas. El picoteo de un carbonerno común en la barandilla del balcón anunció la inminente llegada de la primavera. Unos armelios europeos estaban charlando entre si en una rama deshojada de un abedul. La vereda del bosque parecia vacia. Los pensamientos lúgubres del pasado fueron remplazados por una vaciedad en mi mente. Empecé a caminar sin pensar en nada. Intenté desenredar el fárrago de recuerdos del pasado.No vi ni un ser viviente en el camino. El largo camino hacia el supermercado me proporciono una oportunidad para pensar en lo que ha pasado. Llegue al supermercado OBS que es ubicado de casi 5 kilómetros de mi piso. Algunas personas estaban allá pero era tan temperano para la mayoria de la gente en los domingos.

 

Compré unos kilos de verduras congeladas y tenia la mochila que pesaba más de 7 kilos, y después de comer todo el brazo de gitano de casi 450 gramos en el camino la intensa sed que esto me causó no me dejó pensar en lo que debo arreglar lo antes posible, el viaje este año. Todavía no lo tengo claro a donde pero debo esperar para ver que pasara en las semanas venideras. Preparé un cafecito bien merecido cuando llegué a casa.

 

 

Fery

     

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